25 jun 2007

Camina cuando quieras conocer

No pienses, sólo camina y únicamente toma asiento cuando creas sentir que la razón por la que comenzaste está en su mejor punto, aprovecha ese momento de repentino amor hacia ti y a lo que te rodea, que tu subyugada mirada se enorgullezca impulsándote a fijar la vista en algo nuevo y benévolo, permitiendo que la marchita y húmeda hojarasca te absorba. Puedes cerrar los ojos si es que dentro de ti aquel rojo sentimiento se comprime haciéndote sufrir e incitando a que un par de pequeños, incoloros, empapados y suaves dedos acaricien tus mejillas justo como los de carne y hueso que en silencio deseas, momento en el que por alguna fuerza, la cual aún no controlas, te vienen a la mente imágenes, frases, sonidos, aromas, que alguna vez te hicieron el honor de hacerse presentes.

No te alarmes cuando la verde arquitecta de interrumpa al comenzar a desencadenar su furia a través de lo que tú, oh ignorante invasor, llamarías lluvia, ya que no tardará en darse cuenta que tus intenciones son de represión, disciplina y reflexión contigo y con los demás humanos que tanto se afligen por cosas para ella vanas y que sin embargo abaten con las mentes y corazones de quien pertenece a los “racionales”.

Al parecer sólo de esta manera todo parece más simple, y es que árboles, plantas y hojas secas engullen tus miedos y penas que se desplomaron a la tierra como engañosos dedos que adularon tu deseo de caer en picada. Éstos son instantes cuando puedes dejar de caminar como si lo que en verdad valiera la pena fuera el hecho de llegar, nadie te prohibe detenerte unos instantes para desenterrar el tesoro entre la maleza y así lograr consumar la meta por la cuál en realidad has caminado tanto, la de saber quién eres y que deseas a lo largo de tu camino.

1 comentario:

Xenomorph dijo...

Camina y no te preocupes por hacer nuevos caminos, la aventura alimenta el alma de nuevas ilusiones y experiencias... al final todo es aprendizaje.