16 sep 2007

Virgen en la oscuridad (parte II)

Así, cada noche hasta ahora, vuelvo a sentir la misma sensación que la primera vez al recostarme en esa tina, sensación de sed de conocimiento.

Misma intimidad que perdería en un santiamén y a la vez en una perennidad debido a la eterna sensación de escapar por un instante, impulsada por la furia acumulada de tantos años bajo el cuidado de los reyes, de la tediosa y asfixiante tranquilidad que proporcionaban tan cariñosamente.

"Ahora, ya no es pura pura ni le llaman Virgen en la oscuridad, ya no habita en el tranquilo reino, renunció a él hace mucho tiempo, ya no tiene damas que le vistan, ni baños para aprender.
Ya no es doncella, la desconocemos de toda vida que tuvo alguna vez, ya no es ni está. Es un ser sucio y despreciable, ha perdido personalidad y vida. Ya no es nuestra hija ".
Hirientes palabras que se oyen surgir de la garganta de los reyes, mis propios padres.

La naturaleza de la familia real parece presentarse en contra mía, mas no interesa puesto que he encontrado la naturaleza verdadera, la que he necesitado por tanto tiempo y que ahora nos satisface a mi amada y a mí.

Pude quedar vacía de razón, pero no del corazón, aún vivo por al amor que la engañosa libertad me dio. Y malditos sean los impuros de mente porque no conocen el verdadero saber, no entienden que al conocerla todo cambió, me siento pura y misteriosamente libre.

Ya no vivo con los reyes, huí el mismo momento en que la conocí, cuando ella llegó a mí. Sucedió en una noche de rutinario baño, yo ya esperaba conocerla y aunque no lo sabía con certeza, lo pude presentir. Vestida de plebeya se acercó, me vendó los ojos y me despojó de ropas tan delicadamente que no evité temblar mientras ella continuaba, me dirigió a la tina. Las otras extinguieron la innecesaria luz de las velas e inmediatamente salieron. Pensé que había quedado sola, así que arrojé la odiada venda por un lado, pero ella permaneció ahí, callada, con miedo y temblando. Yo también temblada, no sé si fue por el frío que recorría nuestros cuerpos desnudos o la certeza de no haber visto jamás figuras tan bellas, pero nos mantuvimos quietas por unos segundos, esperando razones de deberes que no permitiríamos, y de pronto cual llama que incendia sin piedad, nos encontramos totalmente unidas por la pasión, desesperación, pero sobre todo por el corazón. Pues a pesar de no haber cruzado palabra alguna, ambas sabíamos que el momento esperado había llegado.

No faltó aquella persona que ofendida por lo que estaba sucediendo corriera la voz hasta que el inquietante sonido llegara a los reyes. Ellos llegaron tan pronto como se permitieron y sin pensarlo dos veces nos tomaron por los cabellos envolviéndonos con sabanas que se volvían testigos y cómplices.

Recuerdo haber escuchado algunas desagradables palabras, mientras arrodilladas temblábamos en la oscuridad. Momentos después, el rey dio algunas órdenes y dos musculosos hombres nos llevaron a los bosques en la frontera del reino. Fui atada a un árbol y ella violada. La golpearon con tanta ira que la abandonaron inconsciente. Pude sentir su repudio, enojo, decepción e incluso satisfacción al vernos tan indefensas.

Ahora nos sentimos infinitamente felices, pues no vale que ya no sea princesa de aquel "correcto" reino plagado de mentes pequeñas porque he logrado mi objetivo. Mi conocimiento aumenta y lo comparto pero continua puro, limpio de ignorancia, casto.

No hay comentarios.: